11 de febrero de 2010

8 Febrero 2010: Tongariro Alpine Crossing

Alguien dijo “camina o reviente” y tenía muchísima razón.

Nos despertamos en el Camping Kiwi Holiday Park de Taupo a las 6 de la mañana, estaba amaneciendo ya pero allí nadie se movía. Estos turistas son los que antes se van a la cama o no es para madrugar, aunque claro, están de vacaciones.

Habíamos quedado a las 8 con el gitano de Tongariro Crossing, el que nos iba a llevar desde Ketetahi Car Park hasta Mangatepopo Car Park. Salimos con tiempo, sin desayunar y llegamos justos, para preparar la mochila y salir corriendo que casi se nos escapa con el resto de la gente. 20 $ por persona el viaje. Unos compañeros entretenidísimos, todos con caras largas, como de muy concentrados ante lo que iban a hacer, o haciéndose los interesantes. Nos cayeron mal. A la llegada se fueron inmediatamente.

Nosotros como españoles que somos tardamos en prepararnos e hicimos toda la ruta muuuuy tranquilos. El track, de los más valorados como caminatas de un día, consta de algo más de 19 kilómetros de sentido único ( en principio), que asciendo de los 1.100 metros de Mangatepopo, hasta los más de 1.900 de m de los cráteres centrales del volcán Tongariro.

Las imágenes, muchas, hablan por si solas, y en los vídeos las comento yo, jeje. Solo comentar algunos detalles: que los extranjeros son unos secos que no dicen nada y ni siquiera saludan, les debe faltar la sangre latina. Únicamente destacar un hombre que viajaba solo que nos preguntó sobre el trípode de Dani y estuvimos intentando explicarle las características, luego coincidimos en unos cuantos puntos más del recorrido. Y una chica koreana que arriba del todo se ofreció voluntariamente a hacernos una foto, comentó que si éramos españoles, no sé con qué fin, pero algunas palabras intercambiamos, pues estuvo haciendo unas cuantas fotos, al igual que nosotros en la cresta del cráter central.

Otra anécdota para recordar fue ese momento en el que el que suscribe se le ocurrió, en plena cresta, intentar tocar con la punta del bastón una discontinuidad geológica en el borde. Como el cerebro humano es muy joputa, pues decidió ordenar a mi mano abrirse, resbalándose de mi muñeca el bastón y cayendo un par de metros precipicio abajo. Era jugarse la vida intentar bajar a recuperarlo, ya que solo existía un rsbalón y caías hasta el fondo del cráter. Cuando ya me estaba despidiendo de él celebrando que ningún sitio podía ser mejor para al fin separarnos, a Dani se le ocurrió utilizar su trípode que con el mando consiguió llegar a la cinta del bastón y subirlo. Qué espectáculo, quizá andemos por youtube.

La ruta es espectacular, la primera parte hasta  Soda Springs es tranquilita, con algún repecho, pero disfrutando del valle volcánico. A partir de ahí una dura subida con escaleras (toda la ruta iba a estar bien señalizada y muy intervenida para evitar erosión y riesgos) para llegar a la base del Monte Ngarauhoe. No subimos porque es espectacular la pendiente que tiene. La cima además estaba nublada.

De ahí por la llanura del cráter Sur del Tongariro. Y luego una fuerte subida por la falta sur, hasta la cresta que da acceso al Red Crater. Hermosas vistas desde allí, con estratos de rojo intenso, caídas espectaculares (incluida la del bastón), restos piroclásticos, pero entraba la niebla… y se ponía a llover.

En la bajada, espectacular también y muy empinada, por fin los lagos Esmeralda y Azul, no hay palabras. Se alternaba la niebla con la lluvia y el sol, y con las fumarolas que salían del las laderas del cráter. Enfrente teníamos el Blue Lake, grandísimo, debajo el Emerald Lake, y a nuestra izquierda el cráter central del Tongariro. Las vistas hacia atrás desde el Blue Lake (Te wai-whakaiata-o-te Rangihiroa) son magestuosas, con poca imaginación puedes pensar cómo era el volcán y cómo al explotar se fue desmenuzando y creándose cráteres y luego lagos. De impresión.

Tras esto comienza la insufrible bajada hasta Ketetahi, a través de un piso alpino-subalpino, que no está mal pero que cansa en ese momento de la ruta. Ademças no termina nunca, pasas la Ketetahi Hut y sigues bajando, pudiendo ver muuuuuy lejos dónde está aparcada la caravana. Hacia arriba puedes ver las fumarolas y vapores de Ketetahi Hot Springs, y oler de primera mano sus gases.

La sorpresa final son los últimos kilómetros de la ruta, a través de una laurisilva impresionante, cargada de verdor, infinidad de plantas tropicales, algún Kauri, diversidad de helechos en un metro cuadrado, el río, con sus cascadas… y por fin tras mucho, mucho esfuerzo, 10 horas de ruta, llegamos al fin.

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