15 de octubre de 2011

Asturias 2011: Cordal y L’Angliru en coche, Senda del Oso en bici

Tras una noche algo movidita gracias a mis amigos los ponis que me golpeaban el coche porque querían comer la hierba que había debajo, me levanté algo más tarde de lo esperado, a las 9 AM con el sol brillando tímidamente encima de las montañas.

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Fue rápido, arranqué el coche y esperé a que el vaho me dejara ver un poco. Deshice parte del camino de la noche anterior, apreciando el curioso encanto de Pedruveyu. Bajo hasta el Embalse de los Alfilorios y me paro a disfrutar de un mar de nubes que me separan de la capital Oviedo a través del valle del río Nalón. Mi interés hoy por la mañana es recorrer las carreteras que ascienden el Puerto de El Cordal y llegar hasta el Alto de L’Angliru. Por ello bajo hasta Mieres y de ahí hasta Pola de Lena donde paro a desayunar, recordando que fuera de Madrid las ciudades no se mueven hasta bien entrada la mañana, pues me cuesta encontrar un lugar donde me sirvan un desayuno, pero qué desayuno!

DSCN0163_1 Con la panza llena me propongo ascender el Cordal, retomando en el cruce a la izquierda a la salida de Pola el recorrido de la etapa reina de La Vuelta 2011. El Cordal es un gran aperitivo para el Angliru, un puerto corto de unos 5 km de subida por esta cara que empieza relativamente suave entre frondosa vegetación que le otorga a la carretera un marco incomparable, y acaba con rampas durísimas que rozan el 20 % en las revueltas de los km finales. Sin casi esperártelo (en coche) coronas, y emprendes una rápida bajada que en la retransmisión de La Vuelta avisaban por su peligrosidad. Son 8 km de curva y contra curva en un entorno espectacular que acaban en La Vega de Riosa, y sin tan siquiera un tramo llano encaras por fin la subida al Alto de L’Angliru, El Olimpo del Ciclismo, como reza el cartel enunciativo.

El turístico puerto podría ser uno más del montón de no ser por los km finales. Comienza con 4,5 km con una pendiente media del 9 % hasta el área recreativa de Viapará. Desconozco en estos momentos el motivo del nombre pero suena a la interjección que cualquier ciclista exclamaría ante lo que se le avecina. Unos cuantos metros llanos e incluso en ligero descenso ante la imponente subida. Si se afina un poco la vista se aprecian entre la vegetación y las rocas las curvas del final de la subida.

Y empieza lo bueno, un muro de 6 km con una pendiente media del 15 %. Casi cada curva está señalada con un panel informativo y los tramos más relevantes son nombrados en ellos. Primero llega Les Cabanes, con un 22 % que logro salvar a duras penas en 2ª. Estoy grabando la subida con la cámara de fotos en la parte delantera del salpicadero, y tal es la pendiente que la cámara, cada vez que doy una revuelta, cae hacia atrás. Después le toca el turno a Llagos, Picones y Cobayos, en 1ª, que nos van acercando a la zona más conocida del puerto.

DSCN0167 Tras una dura curva de herradura a la izquierda se muestra ante nosotros una interminable línea ascendente asfaltada, una “recta” capaz de bajar el ánimo al más aguerrido escalador. El panel informativo te acaba de apuntillar, La Cueña les Cabres, 23,5 % máximo durante 450 m, pero esto no se acaba, dos curvas cerradas y de nuevo Aviru y Les Piedrusines por encima del 20 %. Acordándome de los últimos grandes ciclistas llego hasta el descanso que conduce al final de la subida. La orografía permite que haya una amplia plataforma rodeada de prados donde colocar la línea de meta y un aparcamiento para coches. Una subida espectacular.

DSCN0170 Sin batería para fotos disfruto de las impresionantes vistas de la Sierra del Aramo, y de un día soleado con una temperatura idónea. Se me está haciendo tarde para mi próximo plan así que emprendo la vertiginosa bajada. No me quiero imaginar esto cuando llueve, debe ser una locura. Afortunadamente el piso está seco y en bastante buen estado. No meto más que 2ª pero hay que utilizar bien los frenos para no pasar de las 3.500 rpm, parece que el motor se vaya a salir del capó, pobre León. Le concedo un descanso al coche y aprovecho para deleitarme con La Cueña les Cabres. Desde la curva anterior subo andando hasta el cartel, cuesta bastante hacerlo andando, no me quiero imaginar en bicicleta que tiende hacia abajo.

DSCN0181 - DSCN0187 - 6155x2775 - SCUL-Smartblend Siguiendo con el descenso me encuentro a algún ciclista que está intentando la proeza, todos ellos en bicis de montaña, las que llevan el mejor desarrollo para esta escalada, pero les lastra unas ruedas demasiado anchas y el peso del conjunto. Alguno, casi todos, le añadirán unos cuantos km a la subida, de los zigzagueos que van hac iendo para disminuir la pendiente. Un verdadero espectáculo, como lo son las palabras del maestro Perico Delgado.

DSCN0192"Ahora, que he subido por segunda vez, puedo decir que conocer esta ascensión y elegir el desarrollo adecuado va a ser básico...A lo largo de la subida he tenido varios momentos donde he sentido como si se detuviese el tiempo. Das pedales sin parar y, cuando de vez en cuando levantas la cabeza, ves que apenas has avanzado, que sigues en el mismo sitio y que te sigue quedando prácticamente lo mismo. Es como esos sueños, que a veces uno tiene, en los que corres como un loco y no avanzas del sitio...Cuando llego al Área Recreativa, encuentro un falso llano, e incluso un ligero descenso, aprovecho para coger aire y recuperar. Una pintada amarilla en el suelo me dice que afronto la parte dura: "Empieza el infierno", dice. Me doy cuenta porque aún estoy entero, porque si llega a estar dos kilómetros más arriba...Sin tiempo que perder, meto el plato pequeño:30 dientes. Procuro seguir con el piñón de 23 para guardar el 25 para luego, cuando llegue lo más duro. Ahora bien, de vez en cuando lo meto para no acumular mucho cansancio y salvar algunas pendientes algo más pronunciadas (Nota de los autores: se refiere al 22% de Les Cabanes y al 20% de Les Picones). Finalmente llego a la Cueña Les Cabres. Según me acerco, recuerdo lo que sentí la primera vez que subí. Lo hacía en compañía de un cicloturista de Riosa que me iba indicando los puntos duros, yo pensaba que ya había pasado lo peor y, de repente, tras una curva a la izquierda, me encontré esta pared. Iba ya al límite y no tenía más desarrollo; se me cayó el mundo al suelo. No sé todavía cómo, pero debí sacar la raza a relucir, como en mis buenos tiempos y, haciendo eses, logré subirla...sin agarrarme. Una vez más pensé que había pasado lo peor. Efectivamente había dejado atrás la pendiente más dura, del 23,5%, pero me había asfixiado tanto que ya no pude recuperar. Además, pasar la parte más dura no significa que el puerto se haya acabado. Luego continúan rampas del 18,5% (N.A.: El Aviru y Les Piedrusines) que requieren también mucho esfuerzo, pero en ese momento, después de dejar atrás la Cueña Les Cabres, estás vacío, completamente entregado y derrotado... Una vez más he sentido esa sensación de que el tiempo no avanza, porque pese al esfuerzo la que no avanza es la bicicleta. Pedaleas, culebreas, sufres...y apenas sirve de algo... Después de una hora de máximo esfuerzo llego a la cima. ¡Qué paisaje! Un falso llano, que al final se convierte en un suave descenso, me conduce a la línea de meta. El descanso sabe a poco porque tienes que seguir dando pedales, pero sientes que ya has salido de ese túnel del tiempo, que la bicicleta avanza y que el aire fresco te da en la cara.... pienso en que, si no estás bien, más vale no venir... Pienso en que más valdrá que ese día haga buen tiempo, porque si no... Pienso en... Ahora que me doy cuenta, si pienso es que no estoy tan mal, ¿no? Pero el puerto es durísimo, el más duro que he subido en mi vida. Que se preparen"

Tras una confusión generada por el GPS que me mete en un aprieto (nunca mejor dicho) concluyo la bajada hasta La Vega y de ahí atajo por Morcín para terminar de rendir un cómodo homenaje al ciclismo descendiendo el puerto de Tenebredo, también ascendido por los ciclistas en la 15ª etapa de La Vuelta 2011. Es un puerto curioso pues no tiene grandes curvas cerradas sino que la bajada es casi continua en línea recta lo que le hace tener una pendiente nuevamente brutal rozando el 20 %.

Así llego a Proaza de nuevo donde voy a dejar de utilizar el gasóleo del coche para usar mis piernas encima de la bici en la Senda del Oso.

He decidido alquilar una bicicleta con la empresa Deporventura en las instalaciones del Área Recreativa de Buyera, en Proaza. Por 10 € tienes 4 horas para recorrerte la Vía Verde tranquilamente con una bici en buen estado (solo le faltaba un poco de grasa en la tija del sillín). Nada más salir del área recreativa pasas junto al Cercado Osero de Paca y Tola, unas osas capturadas hace tiempo, huérfanas, que fueron recuperadas por las autoridades y que son exhibidas en este lugar al resultar inviable su reintroducción. A la izquierda está la instalación primigenia, un cercado en la ladera de una escarpada montaña donde tenían muchos recovecos donde guarecerse. A la derecha está el cercado que actualmente usan, ya que se está intentando la reproducción de las osas mediante un oso, Furaco, proveniente de Cabárceno. Pensaba que no las iba a ver, pero tuve la suerte de encontrarme con Furaco excavando su futuro lugar de hibernación.Asturias2011 (32)

La ruta cruza Proaza y se adentra en un bosque de ribera tupido, atravesando túneles horadados en la roca de incluso centenares de metros, vagamente iluminados, pero encantadores. Se circula en todo momento junto al río Trubia y paralelo a la carretera ya que la ruta se va encajonando en un nuevo desfiladero. Huelga decir, que como muchas otras Vías Verdes de este país, aprovecha el trazado ferroviario de un antiguo tren, en este caso el que transportaba carbón desde Tuñón hasta Teverga. Tiene alguna prolongación y dos ramales. Yo he elegido el que llega hasta Teverga ya que discurre más encajonado.

Asturias2011 (37) Una vez tomado el desvío cambiamos de lado del valle y pedaleamos en esta ocasión junto al río Teverga entre frondosas castaños que ya van perdiendo sus hojas. Así llego hasta Entrago donde paro a avituallarme y descansar bajo el horario previsto. La ruta no es nada dura, son 16 km en suave pendiente ascendente, pero si la tomas con prisa llega a cansar.

Asturias2011 (48) La vuelta, evidentemente es mucho más relajada, cuesta abajo apenas hay que pedalear y me sirve para disfrutar aún más de los paisajes que, una vez más, Asturias me regala. Así voy llegando al final de la ruta, paso por el Cercado Osero y en esta ocasión son Paca y Tola las que están cerca del camino, mientras Furaco se está dando un baño como macho que es. En justo 4 horas he acabado el paseo, muy agradable, y muy recomendable para todo tipo de personas, ya sea andando, o más recomendable, en bicicleta.  Os dejo más muestras de su espectacularidad.

Y así se acaban estos días a mi aire, con actividades frenéticas viendo lo que me apetecía a mi antojo. El siguiente paso es viajar hasta Cangas del Narcea, donde he quedado con mi hermano y los niños para pasar un finde en familia, que ganas tenía. Pero el traslado no iba a ser un viaje más, había que aprovechar a seguir subiendo puertos y admirando panorámicas. Plantee la duda si Somiedo o Puerto de Ventana a los lugareños pero ninguno me supo convencer.

Asturias2011 (55) Finalmente cambié de valle hacia Somiedo por el Puerto de San Lorenzo, crucé el Parque Natural de Somiedo (visitado en 2010) y salí de Asturias por el puerto del mismo nombre. De nuevo la bajada hasta la meseta es mínima. Es necesario pasar a Leon para acceder al Valle de Narcea por el Puerto de Leitariegos, y una vez allí buscar las serpenteantes carreteras que nos conducirán a Genestoso, donde dormiremos en un Hotel Rural encantador en mitad de la montaña.

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